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Un paseo por Mota del Cuervo
Nadia Pérez nos cuenta su Ruta V por La Mancha

Yo estuve allí
Fecha de Ruta
13/03/14-16/03/14
El balcón de La Mancha. Así reza el sobrenombre de Mota del Cuervo, un pequeño pueblo de la provincia de Cuenca que nos asoma a la llanura peninsular. Un lugar perfecto para retirarse, para respirar aire puro, para perderse entre sus explanadas de campo y vides.
Colgarse de sus altos, de los brazos de los gigantes de los que Alonso Quijano se defendía. Molinos blancos, impolutos pese a su antigüedad. Construcciones enormes que se erigen hermosas con toda su planta sin desentonar ni lo más mínimo con la naturaleza que los rodea. Desde allí se puede ver el pueblo en toda su extensión. Manchas de blanco y rosa salpican un paisaje verde en primavera que en verano se convierte en un terreno árido pero no menos bello. Los culpables, almendros en flor.
Alfareras y viticultores forman el elenco de personajes que nos acoge en este encantador rincón de nuestra geografía. Se hace notar en los ricos mosaicos de sus pequeñas placitas, en los números de las puertas de sus casas y en las recurrentes imágenes religiosas que adornan sus calles.
Mota del Cuervo es de esos pueblos en los que uno puede caminar por sus anchas calles por la carretera sin que haya peligro. De esos pueblos de siempre, de tejido urbano irregular, con esquinas redondas y rincones ocultos. Un lugar sencillo, un sitio normal, una experiencia que vivir.
Mota del Cuervo
Municipio perteneciente a la provincia de Cuenca. Conocida como "El Balcón de la Mancha", se encuentra en el centro de Castilla-La Mancha,
Mota del Cuervo ha sido desde antiguo un importante cruce de caminos, entre la ruta que unía Toledo y luego Madrid con Levante y la ruta entre Cuenca y el sur. Su rasgo más característico son sus siete molinos de viento que se sitúan en la loma a cuyos pies se asienta el pueblo.
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